Wednesday, February 21, 2007

All We Need Is Love

Me entristeció bastante.... hoy como es habitual salí de AGF (SanMar y Lavalle pleno caos urbano) alrededor de las 10 am y emprendí la vuelta a mi hogar también como es habitual para matar algunas horas antes de la próxima clase... Bajo las escaleras del subte estación Florida intentando no ser arrollada por la tropilla de gente de punta en blanco que con cara de "otro día más" se dirige ciertamente a sus puestos laborales corporativos. Hasta ahí the same old situation, otra vez sopa. Cuando llego a la boletería me encuentro con un poco de demora, un hombre anciano interrogando a la boletera acerca de nosé cuál estación. Espero (un poquitín impaciente-como es mi constumbre cuándo luzco el traje de city devil!) hasta finalmente ser atendida. "¿Me cargás $5 en la tarjeta por favor? "Acto seguido la mujer me pide que como el hombre alto a la "abuelito de Heidi" es discapacitado que sea tan amable de abrirle la puerta del costado para que pase sin pagar. Lo hago. Yo no paso of course-como ciudadana cuasi honesta aunque un poquitito zonza ( a veces) marco mi crédito en el molinete y procedo al traspaso.

Mientras bajamos las escaleras mecánicas comienzo a dialogar con este hombre que se expresaba con cierta dificultad y decía algo así como" Corrientes y Callao"... Le pregunto a dónde va exactamente y me dice "A mi casa" Le vuelvo a preguntar "¿ Dónde es tu casa? "Me dice " Villa Martelli". Me doy cuenta que está perdido. Empieza a decir "Alem y Corrientes" para 2 segundos después volver a "Callao " . Termina apesadumbradamente confesando -en una suerte de balbuceo encriptadísimo- que está un poco confundido. Le pido el DNI para intentar averiguar dónde vive. Me da una especie de cartón plastificado con un certificado del Ministerio de Salud que exhibe algo asi como un diagnóstico por discapacidad neurológica. En el reverso veo una fotocopia de la primer hoja de su DNI . Joven. Tal vez en ese momento "capacitado" . Leo su nombre: Edgardo Padín. Le digo: "Edgardo". Me dice: "Edgardo Padín".Intento saber qué tengo que hacer. No puedo dejarlo solo. No ahora. Le digo que no se preocupe que lo voy a acompañar a Callao y Corrientes y que ahí lo van a ayudar. Asiente. Subimos al subte y noto su dificultad al moverse, también me doy cuenta que una de sus manos está atrofiada. Justo en ese momento aparece en el vagón una mujer ciega (junto a su hijito vidente) pidiendo una colaboración. Ni bien los ve , este buen hombre saca casi con emoción una moneda de 50 centavos de su bolsillo y se apresura a dármela para que la coloque en el jarrito azul marino de la mujer. No tengo palabras(supongo que no hay palabras)

Me empiezo a sentir abrumada por una impotente tristeza y una profunda vergüenza.

¿Quiénes somos realmente lo/as discapacitado/as?

Estación Callao. Descendemos. Escalera mecánica hacia la superficie. Veo dos ratis . Voy hacia ellos y les digo lo que está pasando. " Es discapacitado " repito casi con liviandad "y necesita ayuda. Está perdido". Me preguntan "¿Está con ud?" Les contesto sabiendo que no están procesando lo que les digo: "No, lo encontré" . "Gracias" atinan a decirme. Me permiten que pase sin volver a pagar para seguir viaje hasta Medrano.

Escaleras mecánicas hacia lo subterráneo, las entrañas de la tierra.

Una lágrima escapa de mi ojo derecho.

Rompo en llanto silencioso.

Ya es tarde para contener tanto dolor.

Ya no puedo. Ni quiero.

3 comments:

Albert said...

Impresionante, cuanta verdad junta en un solo momento no?... es que en tanta ciudad se pierde lo humano casi por completo, no hay respeto, no hay amor, solo un instinto diario de supervivencia sin mucho mas sentido que el de una hormiga... De todas maneras estuviste bárbara, hiciste lo que tenías que hacer y siempre se aprende algo nuevo, no?

la hija de la lágrima said...

Live and learn a full Albert ALWAYS

Martín H said...

que historia heavy. en la calle se aprende mas que en otros lados. los enfermos somos nosotros, los supuestamente sanos.

besos
m