Tuesday, January 13, 2009

M U E R T E

Del latín “mors” gen. “mortis” (it. “morte”, fr. “mort”) y de raiz indoeuropea *mor- / *mr- Emparentado con el sánscrito “mrtih”-”muerte”, lituano “mirtis”-”hombre mortal”, griego ἄμβροτος “ámbrotos”-”inmortal”, irlandés antiguo “marb”, galés “marw” y en germano *murthran, como en anglosajón “morþ”, godo “maurþr”, de donde deriva en inglés moderno “murder” y en alemán “Mord” (”asesinato”).


Sólo un concepto. La manipulación cultural de un fenómeno único y hermoso.

Separación física. Sólo eso. Aceptar esa ausencia física. Qué es sólo eso.


Presencia plena en todo cuanto existe.


Transformación. La energía no muere.NunCA.

La muerte no existe. Y existe.O no. Tal vez . Quién sabe.



Si la materia y la energía en conjunción generan el efecto físico de ocupación espacial entonces la muerte es simplemente la disolución de ese espacio ocupado y la expansión de un "ser" que todo lo impregna.



Y esas "desapariciones" entonces se hacen presentes en la brisa primaveral, en el canto de los pájaros, en mi propia manera de interpretar la realidad, en el abrazo calmo de la persona amada, que explica sin explicar todo aquello que excede nuestro entendimiento.-



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1 comment:

jacques de molay said...

Después de la muerte física, el alma se retira llevando consigo a ese Espíritu. Lleva ese Espíritu a otros planos y allí continúa siendo castigada. Para los Gnósticos este mundo es el infierno, está lleno de castigos y sufrimientos desde el nacimiento hasta la muerte. Pero después de la muerte el sufrimiento continúa, e incluso puede hacerse más intenso todavía. Es castigada el alma por todas las conductas que ha tenido aquí en la Tierra , mientras estaba en el cuerpo físico. El sufrimiento continúa. El alma es golpeada, castigada, “limpiada” dicen algunos, hasta que es trasladada a un nuevo cuerpo para continuar sufriendo. Nadie se salva del infierno, ni siquiera con la muerte. Cuando el alma se ha separado del cuerpo sigue sufriendo, y a veces más que antes. Continúan los apaleamientos y castigos.

Y así, a través de sucesivas muertes y reencarnaciones se va modelando la conducta del ser humano. Se engaña a los hombres diciéndoles que estos castigos son para su bien, que de esta manera los hombres van “mejorando”, “evolucionando”, “se van haciendo más buenos”, “más puros”, “más santos”, “más parecidos a su creador”. A su satanás creador.