He fallado. Tenía que haber sido más fuerte, mil veces más fuerte, evitarte cualquier mal, retenerte en mí, cuerpo y alma.Todo se hundió, se abrió un abismo en mí y a mi alrededor.

Tú ya no estás ahí y mi propio cuerpo alcanza su pérdida, se desintegra. Ya no tengo derecho ala esperanza.

Aniquilada.Como si un enorme bloque de granito hubiese pasado sobre mí. Traté de evitarlo, de escapar.Pero me abandonaron todas las fuerzas, me paralizaron allí , desamparada,abandonada a nada.Aniquilada.Ya no tengo cabeza para pensar, ni cuerpo, ni sexo.Tú me habías llenado, colmado. Tu pérdida me lo retira todo , brutalmente.Privada de la alegría que tú me diste.Arrancada de lo que tu presencia en mí me aportaba, de manera tan violenta, sin medida: lo pierdo todo sin matices, sin discernimiento.Me apoyo en la nada.

Estábamos tan cerca ¿Cómo pudiste abandonarme?¿ Cómo pude aceptarlo?Estabamos sometidxs, lo estamos.Creí, y ahora desespero.Estaba contigua a tí, y tú estabas contiguo a mí.Mejor dicho: juntos.Quisiera revelarme, pero no puedo.El abatimiento es extremo. Se me lleva como una ahogada entre las olas llenas de arena áspera.
¿Qué hice , dime, para acabar de esta manera? No pude socorrerte. Tú tampoco pudiste socorrerme. Nadie nos socorrió.

No hay nada más que decir: mi vocabulario es tan pobre como mi desolación.

Debemos proteger a lxs que amamos,saber que es necesario hacerlo, de todo y de todxs.

Un pesar para volverse locx.

Te guardo en mí como un secreto herido,desde ahora. Miro a mi alrededor: se me traga el silencio, los objetos se difuminan,mis piernas flaquean.Ningún punto de referencia. Ningún lugar en ninguna parte. Soy esa materia difusa. El silencio está en mí. Allí, cuatro paredes blancas, que contienen un universo deshecho.

Esperar.-



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