Respiré el olor del césped recién cortado, caminé por el Parc de la Bagatelle, deslumbrada por la profusión de margaritas y de junquillos, y por los frutales en flor; había bacanales de tulipanes rojos, cuyas cabezas se inclinaban, cercos de lilas y árboles inmensos. Leí a Homero al borde de un lago; tan pronto el sol, tan pronto ligeros chaparrones acariciaban el follaje rumoroso. ¿ Qué dolor , me preguntaba, podría resistir la belleza del mundo?
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