Dancing with myself...

Ya es casi un clásico que mate el tiempo escribiendo antes de embarcarme en la salida nocturna.... la vida es bastante extraña en TODO sentido , depende mucho en cómo la encaremos... digamos que el ponerse a platicar via chat con una persona amiga (digamos amiga de amiga-os)que se encuentra probablemente a miles de kms de distancia y terminar hablando de sexo salvaje resulta bastante más que interesante , especialmente en una noche como ésta...Cómo me gusta fantasear, como es tan pero tan sencillo vivir sólo en nuestra mente, cómo es tan "emocionante" hablar de amor y de más amor sin parar hasta darse cuenta de que ya una-o no responde por una-o sino que cada parte del cuerpo comienza la incanzable e inagotable búsqueda de placer a cualquier costo, y me veo y me siento haciendo lo que jamás hago (esto va especialmente dedicado a mis amigas, que tanto me hicieron sufrir por sus comentarios) y haciéndolo bien ... sin historias , sin límites, sin testigos en deredor salvo por unos pececillos de colores a los que poco les debe importar las formas que tienen las seres humanas de despojarse de prejuicios, uno a uno, lentamente, para sambullirse de lleno en la búqueda del autoconocimiento.

buaaaaaaaaaa

Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo. Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las ver edas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto. Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando. Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si es verdad que los cacuies y los cocodrilos no dejan nunca de llorar. Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca. Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!
Oliverio Girondo