Pero nada nada nada

El frío no me gusta, pero no me gusta porque no me es amigable, porque me lleva a lugares en los que ya estuve y a los que no me es muy placentero volver. Me devuelve a mis sombras , a mi ansiedad, a mi sensación de soledad, a añoranzas varias y a un antitodismo rotundo. Pero palabras más o menos ayer me decías... te extraño. Bueno pero para que no se mal interprete ese "te extraño" es un tanto simbólico : extraño lo que eramos, lo que compartíamos, lo que logramos, lo que perdimos e incluso extraño extrañarte. Pero esto no significa un querer volver a algo que  existió (?) o un volver a vos... Es más bien el deseo- ese fuego inextiguible que no hay frio que congele y que anhela fervientemente transformarse en hoguera- de volver a apasionarme por lo bello, nefasto e inevitable del enamorarse. La tenebrosa luminosidad de los sueños ahogados-diría una amiga-que nunca mueren porque han aprendido a nadar.