Wednesday, December 17, 2008

Tengo una confesión que hacer.

Hoy es un día especial.

Por qué especial?

Varias razones o motivos (me gusta más la palabra motivos, es más sensual... en fin)

Coincidentemente hoy me cancelaron las clases que tenía y zas! me di cuenta que tenía de repente y como no quien no quiere la cosa tiempo liebre… pero liebre de verdad.

100% de disponibilidad para mi.

Y bueno no podía no hacerlo.-

Todo lo que hice.-


Primero me dije
vamos a disfrutar de la vida un poco porque creo que se nos está otorgado como derecho cuasinatural el hacer apología del hedonismo profundo. En fin , me dijevoy a aprovechar mi tiempo libre para hacer los quehaceres domésticos en carácter de propia domesticación.

Badana en cabeza, guantes naranjas, balde- trapo-escobillón. Visualizé.


Pero esa imagen despertó en mi algo un poquito más interesante- podríamos aseverar- que el deber hacer, y eso fue el deber disfrutar y de un deber disfrutar se paso a una especie de cuarto intermedio donde el deber se desvanece y me hallo bailando desnuda, acariciándome suavemente, sintiendo la esponjosidad de mi contacto con el suelo.

Y me acaricio muy despacito …los pechitos, los brazos ,la pancita , la cara y por supuesto, la que se han atrevido a llamar la más dulce jamás probada. Jijiji.

Y agarro mi chichito e intentando (re)familiarizarme con él veo como me mima en mis zonas más erógenas y entretenidas, y pienso: De a poquito … golosa…


Adicta al dulce que me deja en la boca el sabor del placer, este nuevo recuperado placer hacia mí y hacia todo.

Y con esa jugosa sensación cierro los ojos y veo estas palabras escribirse como una simpática y anecdótica historia de cómo empezar a transitar a través de un sin fin de caminos y bifurcaciones de estrechez y amplitud y ansiedad y exquisitez y profundidad hacia nuestra querida Transsexual Transylvania.