Thursday, January 29, 2009

Alicia en el país de la realidad


Es como lo siempre soñado pero real.Casi diría el "ideal". Es hacer de lo soñado o imaginado la realidad. Es creer, confiar,tener convicción de que así será.Entonces me pregunto, si algo que es producto de nuestra imaginación puede tranformarse en determinadas circunstancias en algo existente, entonces la dicotomía realidad/imaginario no tendría razón de ser a menos que sea utilizada como una herramienta para hacernos creer que no existe otra posibilidad de realidad más que que una de tristeza, monotonía, descreimiento,falsa adultez y muerte.

Acostumbradxs a acostumbrarnos ... aceptando el dolor y el sufrimiento como inalterable y sucumbiendo en el error interpretativo de conceptos como el goce, el deseo, la alegría, el amor y la libertad no nos atrevemos a vivir nuestra vida en plenitud, escudándonos en el miedo como excusa perfecta para la inacción en ésta, nuestra no-cuestionada y cómodamente aceptada infelicidad.


***

–¡Despierta ya, Alicia! –le dijo su hermana–. ¡Cuánto rato has dormido!
–¡Oh, he tenido un sueño tan extraño! –dijo Alicia.
Y le contó a su hermana, tan bien como sus recuerdos lo permitían, todas las sorprendentes aventuras que hemos estado leyendo. Y, cuando hubo terminado, su hermana le dió un beso y le dijo:
–Realmente, ha sido un sueño extraño, cariño. Pero ahora corre a merendar. Se está haciendo tarde.
Así pues, Alicia se levantó y se alejó corriendo de allí, y mientras corría no dejó de pensar en el maravilloso sueño que había tenido.
Pero su hermana siguió sentada allí, tal como Alicia la había dejado, la cabeza apoyada en una mano, viendo cómo se ponía el sol y pensando en la pequeña Alicia y en sus maravillosas aventuras. Hasta que también ella empezó a soñar a su vez, y éste fue su sueño:
Primero, soñó en la propia Alicia, y le pareció sentir de nuevo las manos de la niña apoyadas en sus rodillas y ver sus ojos brillantes y curiosos fijos en ella. Oía todos los tonos de su voz y veía el gesto con que apartaba los cabellos que siempre le caían delante de los ojos. Y mientras los oía, o imaginaba que los oía, el espacio que la rodeaba cobró vida y se pobló con los extraños personajes del sueño de su hermana.
La alta hierba se agitó a sus pies cuando pasó corriendo el Conejo Blanco; el asustado Ratón chapoteó en un estanque cercano; pudo oír el tintineo de las tazas de porcelana mientras la Liebre de Marzo y sus amigos proseguían aquella merienda interminable, y la penetrante voz de la Reina ordenando que se cortara la cabeza a sus invitados; de nuevo el bebé-cerdito estornudó en brazos de la Duquesa, mientras platos y fuentes se estrellaban a su alrededor; de nuevo se llenó el aire con los graznidos del Grifo, el chirriar de la tiza de la Lagartija y los aplausos de los «reprimidos» conejillos de indias, mezclado todo con el distante sollozar de la Falsa Tortuga.
La hermana de Alicia estaba sentada allí, con los ojos cerrados, y casi creyó encontrarse ella también en el País de las Maravillas. Pero sabía que le bastaba volver a abrir los ojos para encontrarse de golpe en la aburrida realidad. La hierba sería sólo agitada por el viento, y el chapoteo del estanque se debería al temblor de las cañas que crecían en él. El tintineo de las tazas de té se transformaría en el resonar de unos cencerros, y la penetrante voz de la Reina en los gritos de un pastor. Y los estornudos del bebé, los graznidos del Grifo, y todos los otros ruidos misteriosos, se transformarían (ella lo sabía) en el confuso rumor que llegaba desde una granja vecina, mientras el lejano balar de los rebaños sustituía los sollozos de la Falsa Tortuga.
Por último, imaginó cómo sería, en el futuro, esta pequeña hermana suya, cómo sería Alicia cuando se convirtiera en una mujer. Y pensó que Alicia conservaría, a lo largo de los años, el mismo corazón sencillo y entusiasta de su niñez, y que reuniría a su alrededor a otros chiquillos, y haría brillar los ojos de los pequeños al contarles un cuento extraño, quizás este mismo sueño del País de las Maravillas que había tenido años atrás; y que Alicia sentiría las pequeñas tristezas y se alegraría con los ingenuos goces de los chiquillos, recordando su propia infancia y los felices días del verano.



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Tuesday, January 13, 2009

M U E R T E

Del latín “mors” gen. “mortis” (it. “morte”, fr. “mort”) y de raiz indoeuropea *mor- / *mr- Emparentado con el sánscrito “mrtih”-”muerte”, lituano “mirtis”-”hombre mortal”, griego ἄμβροτος “ámbrotos”-”inmortal”, irlandés antiguo “marb”, galés “marw” y en germano *murthran, como en anglosajón “morþ”, godo “maurþr”, de donde deriva en inglés moderno “murder” y en alemán “Mord” (”asesinato”).


Sólo un concepto. La manipulación cultural de un fenómeno único y hermoso.

Separación física. Sólo eso. Aceptar esa ausencia física. Qué es sólo eso.


Presencia plena en todo cuanto existe.


Transformación. La energía no muere.NunCA.

La muerte no existe. Y existe.O no. Tal vez . Quién sabe.



Si la materia y la energía en conjunción generan el efecto físico de ocupación espacial entonces la muerte es simplemente la disolución de ese espacio ocupado y la expansión de un "ser" que todo lo impregna.



Y esas "desapariciones" entonces se hacen presentes en la brisa primaveral, en el canto de los pájaros, en mi propia manera de interpretar la realidad, en el abrazo calmo de la persona amada, que explica sin explicar todo aquello que excede nuestro entendimiento.-



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Monday, January 12, 2009

Destruye / Destruye

Tristeza

Impotencia

Amargura

Y una certeza: NO MÁS. BASTA.


Y así seguiré mi vida intentando valorar lo conseguido hasta hoy.

No permitiéndome volver al circo del dolor y la violencia de autodestrucción.

Una paso más , hacia adelante.

Hacia ese amanecer tan esperado.

Sola o compartiendo.

Es lo merecido. ME lo merezco.


Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.

Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.

Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.

Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.

Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.




NUNCA MÁS . ME LO PROMETO HOY LUNES 12 DE ENERO 09 ALAS 16.45 HS.-



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Wednesday, January 07, 2009

La Utopía del Amor Libre

No sé pero me resulta un poco difícil valorar lo logrado. A pesar del esfuerzo , la conciencia de cambio y las ansias de libertad REAL. Y aún así se me ensombrece la esperanza y con ella se marchitan uno a uno mis deseos. Me niego a que sea así. No no y no! Pero no puedo evitar despertarme y verme indefectiblemente atrapada una vez más en este ciclo. Cara a cara con mí misma.

La oscuridad en la mirada, la penetrante y acechante mirada que Leonora Carrington nos da, plagada con una severidad y seriedad que pareciera afirmar con total casi-impotencia la inefabilidad e irrevocabilidad de los hechos.

Cómo hacerme entender que el sentirme así es inevitablemente parte del mismo proceso. Cómo tolerarlo y no morir en el intento.

Aprender a aprender.

Cómo tranquilizar mi desesperación frente a mis inseguridades y miedos sin dejar que éstos me corroan.




...Y como hoy, me levanto una vez más con un dejo de amargura y tristeza que duele y mucho. Es esa amargura que roza la impotencia, es esa tristeza que dificulta el habla.



Y aún así y a pesar de todo te veo . Hermoso. Con tu mejor VOS, entregándose a mi caprichoso ciclotímico aunque bien intencionado YO.

Y me odio. Odio cada una de mis fibras. Y en ese odio me pierdo. Y en ese perderme me vuelvo a encontrar con toda la fragilidad y el cansancio que amerita una vida que quiere ser vivida en plenitud.


Que fluya la vida eróticamente:
el llanto y la risa,
el gozo y la muerte,
tú y yo,
aquí y en el lejano oriente.

Silencio.

La lluvia ya se anuncia. Si quieres saber de mí, olvida este banal intento de aportar explicaciones: quémalo y lanza semillas al campo.

Todas las palabras mienten;
pero los dedos con los que deseo hacerte garabatos en el cuerpo, no.



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Debajo de nuestras piernas hay un mundo y allí crece la hierba que se deslizará para hacer nuestro camino hacia el paraíso ingobernable que deseamos, mientras las insulsas letanías del castillo de cemento se desmoronan.






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