Monday, August 07, 2006

Todo se construye y se destruye tan rápidamente que no puedo dejar de sonreír

Bueno supongo que los lunes a esta hora, o por lo menos en un día como hoy (lluvioso y frío)no me queda más que escribir unas líneas sobre un fin de semana difícil , un fin de semana al que sobreviví, una vez más , como tantas otras. Sí , pero creo que el gran tema no esta precisamente en contar qué pasó el viernes y el sábado conmigo y mi vida (por lo menos en esta entrada de blog) sino con que me tuve que enfrentar el domingo a las 19 hs o a las 7 de la tarde para darle un tonito un tanto más informal a esta suerte de recuento que se está tornando denso justamente porque no quiero decir lo que voy a decir ( o tal vez sí quiero? who the hell knows!)En conclusión abro los ojos, miro la ventana: oscuridad , miro el reloj 18:45 ... intento moverme y proceder a levantarme para seguir con la melancólica rutina dominguera que "me toca" cuando no duermo acompañada.Ufff! Es difícil a veces poder cumplir con estos procedimientos especialmente cuando la cabeza proyecta incesantemente los fragmentos de la noche anterior;y por supuesto mi egoísta interpretación de los mismos. Comenzé entonces a musicalizar mi tarde -por supuesto después del obligadísmo, necesario y adorable baño- con temas como el que aparece en la entrada anterior. Nada mejor para sentirse "verdaderamente" triste y derramar alguna que otra lágrima con todo gusto y pasión. Pero por supuesto y gracias a que vivimos la vida loca,horas después estaba viendo unos videos de los Guns y Motley con mi superamigo/a Monch y LadyMich que me acompañaron (sin percatarse de mi cosmos paralelo tan interno y tan herméticamente sellado al vacío) con unas horas de charla (que incluyeron comentarios punzantes sobre Axlito así como OOOOHHHH!!!!! de sorpresa frente al desparpajo de la hinchada femenina en el show de Vince y su pandilla) que me hizo volver a entender mi gran e incansable esfuerzo de intentar poder conmigo misma(sí con toda la redundancia necesaria!) Que más queda entonces sino mirar al cielo de hoy nublado y gris que me guiña el ojo, por eso con paraguas en mano vuelvo a salir a este dichoso extraño mundo y me elevo elevo elevo bien elevada -cual Mary Poppins- acompañada por una brisa suave y primaveral que me envuelve infinitamente llevándome sin demasiadas escalas al mundo de fantasías animadas de ayer y hoy.